¿Quién no ha recibido alguna vez un marco de fotos como regalo? Pero no el marco en solitario, todo el conjunto. Suele ser una buena manera de acordarse de un momento concreto cuando se ha vivido en común, quedando inmortalizado en una fotografía que acaba, inevitablemente, dentro de un marco adecuado para la eternidad. Sí, que se regalen fotos como regalo no sólo es propio de bodas, bautizos y demás celebraciones solemnes, también suele ser común en el día de la madre, ya sabemos que suelen ser ellas quienes más gustan de este tipo de detalles. Aunque, con el ritmo de vida actual, y la tecnología que acaba por revolverlo todo, ha cambiado incluso la manera de hacer un regalo incluyendo fotos.

Ahora están de moda los marcos electrónicos, un regalo en el que caben las fotos de la comunión, la boda, los nietos al completo y aún sobra espacio para colocar las del viaje a Canarias. Es lo que tiene la tecnología, consigue rentabilizar el espacio a un precio más económico. Pero, ¿los marcos digitales tienen realmente el encanto de los clásicos? Claro que no, el diseño, los sentimientos que despiertan y la posibilidad de tocar físicamente la fotografía sólo nos lo dan los marcos de siempre, por eso es el regalo ideal cuando queremos incluir alguna de nuestras fotos. Además, es más económico y no por ello menos atractivo.

Existen tantos marcos que decantarse por uno es más complicado que elegir entre todas las fotos alguna para colocar en el interior. De metal, madera, basados en diseños actuales que combinan varias fotografías a modo de collage… Puede resultar difícil, pero sólo es cuestión de adoptar el marco a la foto. ¿Que es antigua? Uno de madera y diseño clásico, el perfecto regalo que hará que nos recuerden doblemente: por nuestras fotos y por el regalo en sí. ¿Y si el momento a enmarcar es de hace unos pocos días? Metalizado, con corte recto y rectangular, un toque distinción para cualquier mesita de noche o estantería. Siempre decimos que el detalle es lo más importante, pero si también le añadimos una imagen la sorpresa aumenta. Sobre todo cuando el regalo engloba a alguna de las fotos que quedarán como recuerdo de toda la familia.