Diario de una vida de perros: Rodolfo y sus lametones

e habrás preguntado cómo fue mi relación con Rodolfo estas vacaciones, en un principio el hecho de estar a solas con mi Pastor Alemán resultaba más que atrayente. Y ha resultado ser, como seguro ya te imaginas, toda una experiencia, siendo motivo más que suficiente para recordar el verano como uno de los más perros de toda mi vida. Y son ya 28 años de Beagle, empieza a ser una buena colección…

El caso es que no siempre estábamos juntos, eso es algo lógico, cada uno dormía y viajaba en la autocaravana de sus dueños. Además de convivir con sus propios compañeros: Pancho en el caso de Rodolfo y Orión en el mío. Pero siempre disfrutábamos de momentos a solas, sobre todo a la hora del paseo y a la de la cena, donde comíamos todos juntos respetando cada uno su propio comedero. Aunque Rodolfo siempre me daba lo mejor de su plato, creo que he engordado algún kilito de lo bien que me ha alimentado estas vacaciones. ¡Es tan amable mi perrazo!

Aunque no sólo comíamos comida cuando estábamos los dos juntos, también nos comíamos el uno al otro. Sí, diario, ya te dije que cayeron una buena cantidad de lametones, Rodolfo y yo hemos intimado tanto que creo que somos el mismo perro. Imagina que hasta me entra hambre cuando le entra a él… Vale, los perros siempre tenemos hambre, ahí me has pillado. Pero más de una vez nos ha sonado el estómago como si estuvieran cantando un dueto, puedo asegurarlo. De verdad…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.