Nuestra raza de esta semana es famosa por uno de sus representantes más destacados, ese personaje de televisión que se nos viene a la cabeza cada vez que vemos un Collie: Lassie, fiel encarnación del cariño, tesón y lealtad que caracterizan a esta raza de perros.
El Collie ha sido tradicionalmente un perro pastor, ejerciendo estas labores durante siglos en las tierras escocesas que le vieron surgir como raza. Originariamente, no tenía el pelo largo característico, fruto de varios cruces, entre ellos con el Setter irlandés. Ovejero y trabajador por naturaleza, se decía que podía conducir hasta a rebaños de 500 ovejas, ganándose a pulso el cariño de los pastores escoceses que extendieron la raza.
Existen diversas variedades de Collie, aunque la más representativa es la de pelo largo, aquella que todos tenemos en la cabeza. A esta raza pertenecen también el Border Collie, de rasgos similares al Collie de pelo largo, siendo este más corto, y el Collie barbudo, también ovejero y con una cabeza característicamente lanuda, con el pelo cayendo por los ojos.
El Collie presenta un tamaño grande con un cuerpo proporcionado en todas sus partes, en el que destaca ampliamente el hocico, alargado y algo puntiagudo. Su expresión es afable, con unos ojos menudos y orejas erguidas que suelen presentarse con abundante pelo. La altura del Collie se sitúa en torno a los 51-61 cm a la cruz, teniendo un peso que va de los 18 a los 29 kg. Sus extremidades son musculosas y medianamente largas, acorde con el resto del cuerpo, siendo tan lanudas como su cola, presentándose esta recta y larga en dirección al suelo.
El Collie es un perro extremadamente inteligente, preparado para aprender cualquier cosa que le enseñen. Son afectivos y cariñosos, mostrándose fieles con el dueño y muy dedicados al trabajo que desempeñan, mostrando grandes dosis de tesón, esfuerzo y paciencia. Tienen una gran relación con los niños, mostrándose dulces y pacientes con ellos, convirtiéndose en una confiable niñera que jamás fallará en el trabajo de vigilar a los más pequeños.
Entre los cuidados del Collie son lógicos aquellos relacionados con el pelo ya que, al ser este largo, conviene cepillarlo diariamente para evitar los enredos y bañarlo de forma regular, prestando especial atención al champú que utilicemos. El Collie presenta bastante afectación a todo lo relacionado con la visión, por lo que debemos de prestarle especial atención a esta zona acudiendo al veterinario al menor síntoma de pérdida. Otra enfermedad bastante extendida en el Collie está relacionada con la pérdida de pelo en la zona del hocico, formándose heridas en la zona expuesta de la piel.