Que la ecología es algo que está muy presente alrededor nuestro no es algo que produzca sorpresa, desde las noticias hasta el número creciente de contenedores de basura delante de nuestra casa lo certifican. Esa preocupación por el medio ambiente debe de llegar a nuestros hijos para crear desde el inicio una conciencia medioambiental y nada mejor que los colegios para fomentar esas enseñanzas. En muchos de ellos hace tiempo que se llevan a cabo ciertas recomendaciones a las familias encaminadas a ese fin y una de las que habitualmente se escuchan es la del papel de plata (film de aluminio), mediante peticiones de que el niño traiga la comida en recipientes reutilizables en lugar de envolverla en este papel, que provoca un gran desastre a escala global.

Soluciones para evitar el papel de plata hay muchas, nuestros abuelos ya las llevaban cuando iban al colegio. Aunque no fabricadas con los mismos materiales, claro. El papel de plata ha sido un invento relativamente reciente que, si bien resulta muy cómodo y práctico, también se convierte en un deshecho muy complicado de reciclar una vez es utilizado, necesitando de hasta 400 años para que se descomponga de manera natural. ¿Por qué no hacer un pequeño esfuerzo y seguir el consejo que nos mandan desde el colegio de nuestros hijos recomendándonos el uso de envases reutilizables en lugar del papel de plata? Las sandwicheras de las que ya hablamos aquí hace unas semanas son sólo un ejemplo, hay multitud de opciones más, seguro que los niños también las prefieren. ¿Acaso no se come más a gusto cuando el envoltorio nos entra por los  ojos? Y, si este es divertido, mucho mejor.