Diario de una vida de perros: escondite para un hueso de juguete

yer fue el primer día de la “operación esconder hueso” y, aunque conseguí ocultarlo, después de mover el dichoso juguete de un lado para otro acabé más cansada que un Husky tirando él solo del trineo. Ya sabes que Orión también va detrás del hueso de juguete, por lo que no puedo dejarlo al alcance de sus dientes. ¡Muerden más…