Todos los que hemos pasado con mejor o peor resultado por la cocina siempre coincidimos en lo mismo: con lo sencillo que resulta cocer huevos y lo complicado que acaba siendo el dejarlos con su punto exacto. O quedan crudos o se exceden de cocción, sobre todo cuando sólo los queremos pasados por agua. Los temporizadores siempre han acudido en ayuda de los cocineros y aspirantes a serlo, aunque influyen muchas otras variables aparte del tiempo: anchura de la cazuela, potencia del fuego, temperatura del agua… Ahora tenemos un método que resultará más preciso gracias a que se sumerge en el agua junto a los huevos: el avisador de cocción.
El avisador dispone de varios niveles de cocción para los huevos que nos avisará en el momento en el que lleguen al punto exacto, siendo determinante a la hora de conseguirlo. El funcionamiento es muy sencillo: llenamos la cazuela que queramos con agua, sumergimos los huevos y, junto a ellos, el avisador. Accionamos el fuego para empezar a cocerlos y el avisador irá cambiando de color conforme alcance el punto de cocción necesario para los diferentes puntos: duro, medio o blando, consiguiendo la textura exacta sin necesidad de hacer experimentos. ¿No es una manera perfecta de hacer los huevos cocidos? Y fácil, así debería de ser la cocina.