Hemos valorado en familia la idea de adquirir una mascota, nos hemos decantado por un perro, acordamos entre todos el repartirnos las tareas y obligaciones que supondrá el nuevo miembro de la familia y llega el momento de decantarse por una raza. Es cierto que no conviene adquirir un animal sólo por su atractivo, cualquier perro, sea o no de raza, nos dará mucho más cariño del que nunca podremos imaginar, pero también es cierto, y lógico, que existan ciertas preferencias. Dado que los perros no han sido considerados como mascotas propiamente dichas hasta el siglo pasado, todas las razas poseen aptitudes físicas desarrolladas para adaptarse a una u otra función. La caza era una de las tareas fundamentales de los perros por lo que actualmente nos encontramos a muchas variedades que se han adaptado a su nuevo papel de animal de compañía sin que por ello hayan perdido los vestigios de cazadores. ¿Es apto para la familia uno de estos perros de caza?
Cockers, Beagles, Perdigueros, Teckels… Cada raza de perros tiene unas cualidades físicas y psíquicas determinadas, pero todas confluyen en unas que les son comunes: son intranquilos por naturaleza, vigorosos, tremendamente activos, necesitan ejercitarse a diario o son cabezotas y persistentes, por ejemplo. Está claro que no se puede generalizar a la ligera, al igual que las personas los perros de caza poseen personalidades únicas que son las que crean el auténtico comportamiento de cada animal, pero sí debemos de tener claro que si llegamos a adquirir uno de estos perros de caza deberemos asumir también sus generalidades. Si vivimos en un piso cerrado, sin espacio alrededor de casa en el que el perro pueda ejercitarse con ejercicio y seguimiento de rastros o no disponemos de la paciencia suficiente como para enfrentarnos a su nerviosismo está claro: los perros de caza no son para nosotros. Cualquier mascota es una responsabilidad que va más allá de simplemente alimentarla: hemos de mantenerla física y mentalmente animada.
Cada vida merece una oportunidad y muchas veces los perros de caza no son tan bien tratados por sus dueños como deberían. Podemos adquirir uno y, sobre todo, adoptar a aquellos que se han visto en la calle sin merecerlo, pero seamos siempre consecuentes con ellos y con su carácter: no todas las familias son aptas para tener perros de caza. Si estamos convencidos de que sí, informémonos a fondo antes de hacernos con uno de estos fantásticos animales. La información es, sin duda, la mejor ayuda para las mascotas.