El San Bernardo es una raza de perros de sobra conocida por todos, presentes desde el siglo XVII en una región de los Alpes suizos, adaptados por los monjes del hospicio del Gran San Bernardo para tareas de auxilio a los peregrinos que quedaban atrapados en la montaña. Pronto se hizo un perro muy conocido, aumentando la popularidad por el gran número de crónicas que, desde el siglo XVIII, documentaban rescates de la “muerte blanca” a soldados y montañeros que quedaban atrapados en esa zona de los Alpes.

El San Bernardo es un perro grande y lanudo, con dos variedades: pelo corto (con doble capa) y pelo largo. Ambos comparten aspecto físico, que destaca claramente por su envergadura. Con una cabeza grande y redondeada, el hocico aparece corto y con los mofletes descolgados, ojos de diferentes tonalidades en marrón con una expresión inteligente y unas orejas anchas que se pliegan sobre los costados de la cabeza. El cuerpo del San Bernardo es corpulento y bien asentado, con una altura a la cruz generalmente entre 65 y 80 cm. Extremidades largas, rectas y paralelas, con la cola también larga y caída. El peso se corresponde con su especial envergadura situándose entre los 55 y 90 kg.

El carácter del San Bernardo es extremadamente inteligente y bondadoso, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta que, históricamente, se ha dedicado al salvamento y al auxilio. Es una raza muy tranquila y reposada que se muestra jovial y afectuosa con todas las personas, especialmente con los niños. El San Bernardo es el perfecto perro niñera, capaz de aguantar estoico las andanzas y aventuras de los más pequeños. Sin embargo, se ha de vigilar su comportamiento con otros perros, ya que su actitud tiende a ser dominante.

Los cuidados del San Bernardo tienen mucha importancia en lo respectivo al pelo ya que, sobre todo los de pelo largo, necesitarán de un cepillado y cuidado diario para mantener a raya el exceso de pelaje. También, necesita mucho ejercicio y espacio en el que realizarlo, no siendo apto para lugares reducidos. El San Bernardo necesita especial atención a las legañas y a los oídos, siendo dos zonas de constante limpieza. Además, tiene cierta tendencia a la displasia de cadera, problemas cardíacos o dilatación gástrica. El San Bernardo tiene una longevidad de unos diez años.

Referencias: club español del San Bernardo, Wikipedia.