¿Cuántas emociones sentimos al hacer un regalo? Esperanza de que guste, sorpresa al ver la cara de quien lo recibe, alegría al comprobar que verdaderamente le gusta y satisfacción por que todo haya resultado perfecto, sobre todo si el esfuerzo por encontrar el regalo ha sido grande. Regalar es una verdadera experiencia cuando nos tomamos en serio todo el proceso y también lo es para el homenajeado, recibir de nuestras manos algo envuelto y descubrir lo que contiene es una grata experiencia. ¿Pero qué ocurre si, además, regalamos experiencias? Parece tan redundante que incluso puede llegar a carecer de sentido, al menos hasta que descubrimos que existen regalos con viajes, estancias, degustaciones o adrenalina, todo dentro de una caja y con la posibilidad de elección por parte de quien recibe el regalo. Sí, a esto se le llama regalar experiencias.

Actualmente, existen multitud de ofertas en este sentido. Cansados de los regalos corrientes en los que todo queda a merced de quien elije el regalo, ahora se lleva todo lo contrario: que sea quien lo recibe el que finalmente escoja lo que le gusta. Y sin la frialdad de dar dinero, como hacían nuestras abuelas, sólo regalando una caja con experiencias. ¿Que le gustan los viajes? Quien reciba nuestro regalo podrá escoger la fecha y el sitio, habiendo elegido nosotros primero qué tipo de experiencia será la que viva. ¿Emociones con las que combatir la rutina diaria? Una caja con experiencias en las que soltar adrenalina, como viajes en globo, conducción deportiva o manejo de un Ferrari. ¿A quién no le gustaría disfrutar algo así? Ahora está al alcance de cualquiera y de la forma más sencilla: sólo hay que elegir una caja de entre todas la variedad de emociones, regalarla y dejar que el homenajeado decida qué experiencia quiere vivir. Un regalo original donde los haya.

En Cosas de Regalo dispondremos pronto de experiencias para regalar, estando seguros de que será un motivo más por el que visitar nuestra tienda y, por supuesto, disfrutar de ella igual que lo hacemos nosotros. Si a la emoción propia del regalo queremos añadirle el poder último de decisión de aquel que reciba nuestro detalle, no hay ninguna duda: una caja con experiencias. ¿Cuáles? Eso dependerá del espíritu aventurero de cada uno o si, por el contrario, encuentra más placenteras las emociones calmadas que proporcionan la estancia en un hotel pintoresco o la cena en un restaurante de autor. Dicen que la experiencia es un grado pero, sobre todo, es un gran recuerdo que permanecerá para siempre en la memoria. ¿No estáis de acuerdo? Pronto podréis comprobarlo.