El Shih Tzu es una raza de perros tibetana cuyo origen se pierde en el tiempo, existiendo pruebas documentadas desde el siglo VII, a pesar de ser mucho más anteriores. Su reconocida similitud con un león de pequeño tamaño le da el nombre: Shih Tzu significa «perro león», siendo una raza que los tibetanos entregaban como ofrenda a los emperadores chinos en señal de amistad y buena suerte. Perro de gran importancia para las familias reales de aquel país, estuvo a punto de desaparecer debido a la invasión japonesa previa a la Segunda Guerra Mundial, aunque, por suerte, a esas alturas ya se había convertido en un perro reconocido en Europa y, posteriormente, Norteamérica.
El Shih Tzu es característico por su tamaño reducido, su manto lanudo y su rostro peculiar, rasgos que le diferencian de cualquier otro perro miniatura. Con una cabeza bastante redonda y compacta, el hocico se aprieta sobre el cráneo, teniendo una trufa menuda y en línea con los ojos. Estos son grandes y oscuros, mostrando una expresión afable y amistosa. Con una buena capa de pelo que le cubre toda la cabeza, este cae sobre los ojos a modo de flequillo, rellenando unas orejas largas que penden a ambos lados del cráneo. La altura a la cruz del Shih Tzu es de unos 22 a 28 cm, siendo su longitud algo superior. Sus extremidades son cortas y musculosas, teniendo pies redondos con apariencia de ser grandes debido a la abundancia de pelo. Este tampoco deja de cubrir la cola, manteniéndose tan peluda como el resto del cuerpo. El peso del Shih Tzu está entre los 5 y 8 kg.
El carácter de esta raza de perros es muy característico de las razas más pequeñas, siendo ligeramente arisco con extraños y desconocidos. El Shih Tzu es muy activo y despierto, disponiendo de energía que no dudará en descargar por casa y a la hora del paseo. Obstinados y cabezones, pueden llegar a ser un problema cuando se empeñan con algo, aunque resultan fáciles de educar y conviven perfectamente con los niños. El Shih Tzu es muy inteligente y vivaz, aspectos que no dudará en aprovechar a su favor en la búsqueda de una independencia con la que se siente cómodo.
Como perro de pelo largo que es, debemos de prestar mucha atención a todos los cuidados relacionados con el pelaje. El cepillado ha de ser frecuente para no dejar que el Shih Tzu acumule enredos que debamos recortar por lo bravo, aunque también es una raza que no tiene tendencia a la caída, por fortuna para los muebles y la ropa. Hemos de evitar que se acomoden obligándoles a pasear con frecuencia, cuidando de no sobrealimentarlos porque tienen tendencia a ganar peso. El Shih Tzu posee ciertos problemas de oído y ojos con facilidad para las infecciones, por lo que es algo a tener muy en cuenta y de especial vigilancia. No acusan problemas de salud graves siendo una de las razas de perros con mayor esperanza de vida, pudiendo alcanzar con relativa facilidad los veinte años.
Referencias: Wikipedia, amigos del Shih Tzu.
Tengo un Shih Tzu, y se adapta totalmente a estas característica. Es muy buen perro.