Aunque abrir el buzón ahora no implica la misma ilusión que antaño, todavía hay personas que felicitan enviando postales y tarjetas de Navidad, una manera de desear los buenos sentimientos que, pese a internet o los móviles, sigue casi tan vigente como antes. ¿Acaso no resulta una ilusión recibir una de estas felicitaciones? Las tarjetas de Navidad que nos mandaban cada año nuestros padres, la familia que se encontraba lejos y deseaba unas felices fiestas en forma de postales navideñas o incluso aquellas empresas que, aunque de manera algo menos impersonal, deseaban una feliz año enviando una felicitación cuidadosamente seleccionada. ¿No es un buen momento para retomar esas buenas costumbres enviando nuestras propias tarjetas y postales de Navidad? Las felicitaciones por email son mucho más rápidas, pero no provoca la misma ilusión el recibirlas.
Con tantos diseños como existen pude resultar complicado decantarse por una, por eso es conveniente elegir bien y, por qué no, dejarse influir por algunas ideas que hoy os presentamos. ¿Qué tal una postal de Navidad clásica en la que destacamos al abeto y las montañas nevadas como motivos principales? Verdaderos iconos de estas fechas, aunque con un diseño en azul que nos hará destacar con encanto. ¿Y una tarjeta de Navidad con la imagen de un gato como protagonista? Dulzura, cariño y simpatía que despertará idénticas emociones en cualquier amante de los animales. ¿Quieres sorprender a quien se lo merezca y dedicarle unas buenas fiestas con una increíble postal de Navidad? La tarjeta navideña con efecto pop-up es perfecta para ello ya que, al abrirla, se despliega un ramo de flores rojas deseando unas felices fiestas. Y como última de nuestras recomendaciones, una tarjeta de Navidad que seguro que no dejará a nadie indiferente: postal con luz y sonido protagonizada por dos muñecos de nieve. Recibir las felicitaciones con música es doblemente divertido.
Perdemos las costumbres cuando nos decantamos por algo más sencillo que, normalmente, siempre es menos efectivo. Quizá las tarjetas y postales de Navidad parezcan algo obsoleto, pero no hay duda de que a todos nos gustaría abrir el buzón estos días y encontrarnos con una en lugar de las facturas del banco. ¿No es verdad?