Ahora que ha llegado el calor y se aproximan los meses centrales del año, también es el momento en el que a todos los dueños les entran las ganas de coger el coche y escaparse bien lejos de casa, cuanto más mejor, para probar aires nuevos, comidas nuevas y, también, lugares nuevos en los que dormir. Eso es algo que no entendemos la mayoría de los perros: ¿por qué marcharse con lo a gusto que se está en casa, durmiendo en la cama de uno, saliendo de paseo a las horas de siempre y sabiendo en todo momento cuándo va a ser la hora de la cena? Sí, los perros somos más de rutina, aunque eso tampoco significa que no nos guste viajar. Sobre todo cuando piensan en todo y recibimos casi las mismas comodidades que en casa. ¿Que nos entra sed? Pues el bebedero de viaje con botella es uno de los mejores accesorios que se pueden llevar en la maleta cuando se va con mascotas, disponiendo de un trago de agua fresca cuando los kilómetros se te atascan en la garganta. Que va a ser bastantes veces, en ese sentido las mascotas somos igual que los niños. Aunque no preguntemos constantemente «¿cuándo llegamos?».
¿Cuántas veces no os ha ocurrido que os habéis olvidado un recipiente con el que dar de beber a vuestra mascota y acabáis usando las manos? Con el inconveniente de que siempre se acaba escurriendo más de la mitad, claro, y el añadido de lo complicada que resulta la postura de echar el agua con una mano mientras con la otra procuráis que no se escape. Con lo fácil que es solucionarlo llevando un pequeño cuenco o, por qué no, este bebedero de viaje con botella, no sólo dispone de un sitio en el que beber sino que, además, lleva su propia botella con la que rellenar el cuenco. ¿No es más práctico que el cascabel de un gato? Un accesorio siempre dispuesto a dar de beber, como el barril de un San Bernardo. Eso sí, sólo agua, sin Whisky.
El bebedero de viaje con botella está especialmente pensado y diseñado para los dueños que viajan con sus mascotas, aportando una manera cómoda y eficiente de darles de beber en todo momento. Su botella tiene una capacidad de 250 ml siendo fácil de desmontar y de rellenar, quedando escondida dentro del recipiente a la hora de transportarse. Con el bebedero de viaje con botella se acabó el llevar un cuenco aparte que acaba ocupando más espacio del necesario, siendo realmente práctico y, sobre todo, perfecto para los dueños más olvidadizos.