¡Que llegan las vacaciones! Bueno, que os voy yo a contar que no sepáis si sólo soy una mascota, pero es que la emoción me eriza los pelos del lomo con sólo pensar que pronto estaré correteando por lugares inexplorados, olfateando olores que nunca antes había olido, marcando cada árbol con el que me encuentre… Sí, los paseos más emocionantes del año ya están a la vuelta de la esquina. Y como nunca sabremos cuándo regresamos a casa tras esos paseos, enfilando la carretera de vuelta cuando es ya de noche, ¿qué tal una placa para perros reflectante y con luz? La seguridad no está reñida con la diversión. Ni con los paseos.
Pocas cosas hay más peligrosas que pasear con tu dueño por una carretera cuando ha caído la noche. Y, aunque él también lo sabe, siempre acaba ocurriendo cuando la hora del paseo se retrasa hasta el atardecer. Así que toca volver a oscuras, escuchando el sonido de los animales nocturnos, sin ver más allá de tres metros por delante de tu hocico… ¡Qué divertido! Pero no suele serlo tanto para nuestro dueño, porque conforme se hace más oscuro más rápidos van sus pasos. Sí, seguro que le cae una bronca al llegar a casa. Aunque, si es previsor, seguro que la sufre menos.
Pasear con seguridad por la carretera debe ser nuestra principal preocupación, sobre todo cuando cae la noche. Y, además de los múltiples accesorios que existen para los humanos, ¿qué tal una placa reflectante con luz para los perros? Además de reflejar los faros de los coches, la placa dispone de su propia luz alimentada por pilas con tres niveles de destellos diferentes, para que se vea desde lejos hasta en la más profunda oscuridad. Además, la placa reflectante con luz permite el acople de una placa identificativa grabada, para así asegurar al perro ante su posible pérdida.