No es conveniente que los niños aprendan pronto el valor del dinero y cómo con el hecho de gastarlo pueden conseguir todo lo que se les antoje, pero tampoco está de más que, una vez alcanzan cierta edad, les enseñemos las bondades del ahorro y cómo con el uso de una simple hucha pueden llegar a comprar lo que se propongan, siempre valorando el esfuerzo y la paciencia que supone el ahorrar moneda a moneda. ¿Y qué mejor para estimularles en dicho ahorro que una hucha que sea divertida, simpática y muy decorativa? Pues aquí es donde entra la ducha Hungry Dog para niños y los no tan niños, con la forma de un perro, una caja en la que irá guardando todas las monedas y un mecanismo con el que el perro se las irá tragando, el simple hecho de ahorrar una moneda se convertirá en un auténtico momento de diversión. ¿Por qué? Veamos.

Las huchas Hungry Dog tienen la forma de un perro, disponiendo de varios colores donde elegir, entre los que destacan el blanco y el marrón. Dichos perros aparecen subidos encima de una caja, que servirá para guardar las monedas además de las propias pilas, teniendo un comedero en la parte superior que será donde los niños deberán de colocar las monedas. Y una vez que el perro de la hucha las detecte en el cuenco, se abalanzará a comérselas, no parando hasta que las monedas se hayan colado en el interior de la caja. ¿No es francamente divertido? Vuestros hijos estarán deseando ahorrar una nueva moneda para ver cómo el perro se la come, convirtiéndose en un hábito que acabará desembocando en una sana costumbre: ahorrar. Y todo mediante el juego. ¿No es esta una buena razón para regalarles una hucha? Y no una cualquiera, la hucha Hungry Dog. ¿Ya tenéis la vuestra?