e respira la emoción en casa, diario, hoy hay fiesta de cumpleaños. Y no de Orión ni mía, que ya sabes que nosotros no celebramos los años como lo hacen los humanos, sino de nuestro dueño bebé, que justamente hoy es su aniversario. ¿Te lo puedes creer? Parece que fue ayer cuando nos despertaba a berridos porque tenía hambre, y ahora es capaz hasta de balbucear alguna palabra. Cómo pasa el tiempo…
Puedo escuchar cómo mis dueños hacen los preparativos, esta tarde hay fiesta. Han invitado a muchos amigos, familia y vecinos del barrio, vamos a ser más en casa que toda una camada de 101 Dálmatas. ¡Incluso ha venido Rodolfo con su dueño! ¿Podría ser mejor?
Tengo que dejarte, diario, que vuelve a sonar el timbre y no quiero que se pierdan mis ladridos de bienvenida. Ni yo quiero perderme la compañía de Rodolfo… ¡Menuda tarde que me espera!