Seguro que todos estamos de acuerdo en que hay muchos objetos que, por su diseño o utilidad, van a permanecer para siempre en nuestra memoria. Y uno de ellos es la cinta de cassette, único medio accesible para escuchar y compartir música no hace mucho más de quince años, que acabó sepultado hasta el recuerdo tras la popularización de los CD’s de audio y, posteriormente, por la compresión en otros formatos, como el MP3. Es cierto, en un pendrive USB caben muchísimas más canciones que en una cinta de cassette, con mejor calidad, mayor portabilidad y, sobre todo, con opción a reproducirse en muchos más sitios. Pero, ¿acaso no era mágica la forma de las cintas de cassette? El celo para regrabarlas, para unir la cinta cuando se nos rompía, esos ratos pasados mientras las rebobinábamos con un bolígrafo… Seguro que muchos estáis sintiendo la nostalgia ahora mismo, pudiendo paliarla un poco con el pendrive USB con forma de cinta de cassette que os ofrecemos hoy. ¿A que es original?
Este gadget tecnológico no posee una excesiva capacidad de almacenamiento, limitándose a los 4 GB. Pero, a pesar de todo, permite un transporte abundante de archivos y ficheros, desde los más profesionales a los lúdicos. Canciones, vídeos, documentos de Word, fotos de familia… ¿Que podríais colocar dentro de este pendrive USB con aspecto de cinta de cassette? Pongáis lo que pongáis, seguro que sorprendéis cuando lo saquéis para conectarlo al ordenador, siendo el objetivo de las miradas más tecnológicas y de las que menos. Enclavado dentro de una carcasa plástica con forma de cinta de cassette, el USB de 4 GB gira dentro de su eje para salir de la funda y colocarse correctamente en el puerto, no pudiéndose separar del cuerpo de cassette. El pendrive es universal y, dependiendo del sistema de archivos, funciona perfectamente en Windows, Mac OS o Linux. Su capacidad es de 4 GB, aunque se ve reducida al formatearse.
Si buscáis una manera original de transportar todos vuestros datos, el pendrive USB con forma de cinta de cassette puede ser la mejor de ellas. Y con ese punto de nostalgia que a todos nos encanta. ¿Acaso los diseños clásicos no son siempre los mejores?