A medida que los ordenadores se hicieron fuertes en nuestras vidas, fueron acaparando nuestra atención y colmando nuestras necesidades, inventando otras nuevas conforme se establecían ciertos estándares y objetos como habituales. Por ejemplo, hemos acabado asimilando siglas como VGA, utensilios como el ratón o conexiones como el USB. Precisamente este puerto de datos ha acumulado gran importancia a lo largo de los años, yendo de la simple conexión entre ratón y teclado a ofrecer soporte a todo el elenco de cacharros que acumulamos actualmente en nuestros puertos USB. El móvil, la tablet, el libro electrónico, el cigarrillo (también electrónico)… ¿Ya no tenéis puertos libres donde conectar y cargar más gadgets? El ladrón USB con forma caniche viene en vuestra ayuda. No llega ladrando, aunque le vendría al pelo.
Divertido, original, práctico, curioso, útil, personal, productivo… Se nos ocurren multitud de adjetivos con los que calificar al ladrón USB con forma de caniche, estando todos dentro del terreno positivo. Encima es económico, que es lo único que le falta a un un gadget de sus características. Que posee unas cuantas: es capaz de cuadruplicar los conectores USB disponibles, por lo que multiplicaremos por cuatro cada ladrón conectado a uno libre del del ordenador (hemos de tener en cuenta que la potencia total de los cuatro USB juntos seguirá siendo la misma que la del conector madre); es compacto y manejable, pudiendo llevarse cómodamente sin que abulte en la mochila; posee un diseño tan único que hace sonreír al que lo ve; y permite personalizar el ordenador escapando del aburrimiento de la rutina laboral, que también es un punto a destacar. Como veis, sólo tiene ventajas.
¿Os hemos convencido con nuestro ladrón USB caniche? ¿A que es justo lo que vuestro ordenador está pidiendo? Pues no le hagáis esperar más y poned ya mismo un perro en su vida. Que también puede ser el mejor amigo del puerto USB…