Hay objetos que han traspasado la barrera del tiempo para mantenerse igual de prácticos hoy en día como lo eran hace décadas. ¿Hacemos un ejercicio de memoria? Por ejemplo… Las cerillas. Vale que un mechero es mucho más práctico, pero las cerillas siguen igual de vigentes ahora que en sus inicios. O un abrebotellas: siempre se van a necesitar. ¿Qué más? Las velas. De la misma manera que ocurre con las cerillas, puede que no sean tan habituales como sus rivales las bombillas, pero siempre se han de tener para aquellos momentos en los que se va la luz. O para cuando toca darle intimidad a una noche única, consiguiendo un ambiente tan distinto que incluso puede llegar a cambiar sentimientos. Pero no creáis que la tecnología iba a dejar intactas a las velas, que su versión del siglo XXI es igual de bonita, mantiene idéntico ambiente y, sin embargo, evita el riesgo de quemar la casa.
A poca gente no le gustan las velas, pero a todos nos preocupa el peligro que tienen cuando las dejamos sin vigilancia dentro de casa. Un golpe de aire que puede arrojar la vela encendida contra una cortina, niños que se sienten atraídos por el ondear del fuego… Qué va, apartad los modelos clásicos de vuestra cabeza y poned en su lugar a las velas eléctricas Flicker. A pilas, en diferentes tamaños, con la misma apariencia que una vela normal, ofreciendo idéntica y titilante iluminación… No hay duda: las velas eléctricas Flicker son un gran invento para aquellos que nos gustan las velas; y también para quienes nos preocupamos al máximo por la seguridad.
Este regalo tan decorativo está disponible en tres tamaños diferentes, permitiendo que podáis crearos un rincón personal o amenizar la mesa de una velada bien íntima. Y dichos modelos son los siguientes:
- Velas eléctricas de 13 cm. Las más pequeñas, pero más que suficientes para alumbrar con estilo.
- Velas eléctricas de 15 cm de alto. Tamaño intermedio para un objeto que será el centro de cualquier mesa.
- Velas eléctricas de 18 centímetros de altura. Grandes como un cirio y capaces de decorar manteniendo en todo lo alto la elegancia.
No os quedéis sin las velas eléctricas Flicker y cread vuestras propias composiciones: quedan geniales cuando se combinan. Y sin combinar, que una sola ya consigue dar la presencia que necesitáis en vuestra casa cuando se hace de noche y llegan visitas muy esperadas.