A todos los que amamos a los animales y a la naturaleza en general siempre nos ha parecido imprescindible la labor de las protectoras, aquellas que se dedican a velar por el bienestar y los derechos de todos los que no son humanos y que, por tanto, se encuentran indefensos ante la barbarie de muchos salvajes sobre dos patas. Estas protectoras han ido creando conciencia, consiguiendo que cale con su esfuerzo el deber de la sociedad de proteger a todo ser vivo.
Todas las familias han pasado por el momento de tener o pensar en adquirir una mascota. Sabemos que cualquier animal tiene sus necesidades y debemos de guardar una responsabilidad con ellos, pero lo que se suele ignorar antes de poseer un animal de compañía es el esfuerzo que desempeñaremos, tanto a nivel de cuidados como económicamente, y el recorte de libertades que supone para la familia, optando muchas por el abandono o el maltrato como respuesta a una culpa que ningún animal tiene: la de convertirse en una supuesta carga. Las mascotas aportan mucho más de lo que reciben: felicidad, alegría, iniciación a los deberes familiares en nuestros hijos y, sobre todo, un cariño tan grande que no conseguiríamos desinteresadamente de ninguna persona.
Las protectoras luchan constantemente contra este tipo de personas, las que se creen con el derecho a infringir a los animales aquello que no harían a sus semejantes humanos sólo por el hecho de sentirse superiores al resto de las especies o carecer de los sentimientos que le harían actuar como a una verdadera persona. Es encomiable la labor de estas asociaciones que, sin ningún ánimo de lucro, poniendo de su propio bolsillo la mayor parte de las veces, se dedican a adoptar animales abandonados, velar por el bienestar de aquellos que padecen un encierro, luchar contra los actos en los que infringir dolor a un animal supone una diversión, salvar a especies en peligro… Y muchas otras tareas que hacen de las protectoras de animales las únicas asociaciones que consiguen un mundo más equitativo para todas las especies.
Protectoras de animales hay muchas, pero no por destacar a algunas se desmerece la labor del resto. De las más importantes a nivel mundial es WWF, con una rama española que se ha caracterizado siempre por ser muy activa. Otra muy importante a nivel español es El Refugio, una protectora de animales especializada en las adopciones de perros abandonados que también se ha caracterizado por la defensa férrea de todo tipo de injusticias animales. También queremos destacar un proyecto con el que tenemos un vínculo especial, el proyecto 188 vidas, que se encarga de buscar dueño a 188 perros que han sido prácticamente abandonados por su propietario. Si alguien está interesado en adoptar a uno de estos perros que no dude en ponerse en contacto con ellos. Otra asociación que consideramos muy cercana es animals sense sostre, concienciados contra el abandono de animales proponiendo en adopción a aquellos que han conseguido salvar de la soledad callejera.