No digáis que no os lo advertimos: ha entrado diciembre igual que un elefante en una cristalería, armando tal alboroto que no queda nadie sin enterarse de la última hoja que hemos arrancado del calendario. Bueno, a decir verdad, lo cierto es que este diciembre ha cruzado por delante de manera bastante tímida, teniendo aún en la cabeza los ecos del Black Friday y del Cyber Monday del ya extinto noviembre. Pero no os despistéis: pronto estarán aquí los regalos del amigo invisible, iremos con la empresa a la cena de Navidad, tendremos otras tantas cenas y comidas navideñas con amigos y familiares… Y seguro que en todas ellas se apreciará un regalo como el que os traemos hoy en novedad: la luz flotante para vasos y copas. Esperad a ver qué ofrece: os olvidaréis para siempre de las peligrosas velas decorativas.
Como se puede apreciar en la foto del primer plano, esta luz flotante es una pequeña linterna LED rodeada por un corcho que hace de flotador, estando construida para resistir el agua permitiendo de esta manera su flotabilidad. Y es que el funcionamiento para iluminar cualquier mesa íntima es realmente sencillo: basta verter agua en un vaso hasta más o menos la mitad, se ha de encender la luz, introducirla dentro del vaso y tapar el conjunto con la mampara incluida en el paquete. ¿A que da la sensación de ser una pequeña lámpara? Portátil, recargable (posee un cable USB para la carga), no entraña los peligros de una vela, su iluminación permite crear una atmósfera íntima, podremos combinar varias luces flotantes, depende de cómo sea el diseño del vaso arrojará la luz de una u otra manera… Vaya, que está plagada de ventajas. Y es más económica de lo que parece…
¿Aún tenéis las velas de otros años, ésas que han provocado algún pequeño incendio durante las interminables comidas navideñas? Ahora tenéis un elemento decorativo que es mucho más que eso: ilumina sin el riesgo de que a los invitados les dé por prepararse un flambeado. La luz flotante se recarga por USB en una hora e ilumina durante tres horas de manera ininterrumpida. ¡Y es una chulada! Ya sabéis: ninguna mesa navideña sin sus luces flotantes en copas con agua.