¿Hay alguien a quien no le hayan invitado a una fiesta de cumpleaños sorpresa? Seguro que a muchos de vosotros os han organizado una para vuestro aniversario, convirtiéndose en un auténtico día para el recuerdo. Y es que a todos nos encanta que nos sorprendan, de eso no hay duda, incluso aquel que dice que odia las sorpresas. Y es precisamente esa persona quien más se merece una fiesta de cumpleaños sorpresa, con las buenas sensaciones que le causarán seguro que no vuelve a comentar que no le gustan. El mejor tratamiento siempre es el de choque, lo saben hasta los pilotos.
No importa que se acerque la fecha de nuestro cumpleaños y creamos ver como nuestros amigos conspiran a nuestras espaldas, ese día en el que entramos engañados al lugar de la fiesta y encontramos a todos escondidos es siempre una grata sorpresa. Porque da igual que nos lo esperemos como si no, si algo tienen las fiestas de cumpleaños sorpresa es que nos sorprenden. Sí, muchos dirán que esto resulta redundante, pero es que las sorpresas siempre lo son. Y cuanto más en secreto lo lleven nuestros amigos más sorprendente será el desenlace. Pero, ¿cómo se organiza una de estas fiestas de cumpleaños sorpresa? Igual que una normal pero contándoselo sólo a las personas ajenas al que celebra el aniversario. Sí, esto también es más que obvio, pero es que es aquí donde radica la verdadera dificultad del asunto. Porque si se acerca nuestro cumpleaños, y ninguno de nuestros amigos habla del asunto, ¿no daría que pensar?
Armémonos de paciencia y hagamos los preparativos con bastante antelación. Y lo primero es elegir el lugar: ¿la casa de alguno de los amigos o un recinto alquilado? Muchos bares y restaurantes ofrecen servicios especiales para para las fiestas de cumpleaños sorpresa y acontecimientos similares por lo que, además de poder sorprender aún más fácilmente al no esperarse el sitio de la fiesta, los gastos saldrán bastante económicos si acabamos costeándolos entre todos. Con varias ventajas más: tendremos un servicio personalizado, cocina, barra para las copas… Y multitud de servicios extra con lo que sorprender aún más en la fiesta de cumpleaños sorpresa.
Después, toca invitar a todos los amigos sin que el homenajeado sepa que se prepara una fiesta de cumpleaños sorpresa. Secretismo, complicidad, actuaciones al margen… Todos estos preparativos son realmente especiales para aquellos que participan implícitamente y para los que no, creándose un círculo de amistad tan intenso que este sale aún más fortalecido tras la celebración. Así, toca elegir la tarta entre todos, cuadrar el día para que coincida con las agendas sin que deje entrever las sospechas, elegir los regalos que acompañarán a la fiesta de cumpleaños sorpresa… Y esperar tranquilamente a que llegue el día D y la hora H, ese momento realmente impactante para todos. Y no sólo para el que recibe la sorpresa, lo realmente grande de este tipo de acontecimientos es que se acaba compartiendo el 100 % de la alegría. Al fin y al cabo, ese es uno de los puntos fuertes de la amistad.
Al final, tras varios días de preparativos llevados en secreto, toca el momento de llevar engañado al amigo que celebra su aniversario sin saberlo, seguramente desilusionado porque nadie se ha acordado del día tan especial que es para él. Y entonces se encuentra con su fiesta de cumpleaños sorpresa, con todos sus amigos que, no sólo se han acordado, sino que han unido sus esfuerzos para conseguir que ese cumpleaños sea verdaderamente memorable. Y lo es, sin duda: los mejores amigos, una fiesta sorpresa, tarta con sus respectivas velas, regalos… No se puede pedir más para ser feliz. Y esta es la mejor recompensa para todos, sobre todo para los que han participado en la fiesta de cumpleaños sorpresa.