Ya le dedicamos una entrada completa a la vendimia y a la importancia que tenía esta en la futura elaboración y maduración del vino, por lo que no nos viene de nuevo que sea la añada (referencia a la cosecha en un determinado año) la que marque la diferencia en las distintas calidades de vino. Siendo la variabilidad del clima una de las principales características que debe de tener todo territorio apto para la plantación de la vid, también es esa variabilidad la que determina la calidad del futuro producto.

Condiciones climáticas, geográficas, punto de maduración de la uva, temporada de recogida… Todos estos factores influyen en la calificación de añadas por calidades, organizándose mediante tablas por años y bodegas. Como la que nos propone Apolo y Baco, una amplia selección de cosechas desde el año 2001 al 2008 con referencias a las Denominaciones de Origen españolas.