La vendimia, punto de partida para el vino

Toda obra de arte tiene un punto de partida, el momento exacto en el que se empieza a forjar la leyenda. Para el vino, este punto es la vendimia, que es mucho más que recoger la uva: se convierte en toda una celebración, objeto de multitud de fiestas a lo largo del globo. Pero, ¿en qué consiste exactamente la vendimia?

Si nos regimos estrictamente al significado de la palabra, vendimia es el acto de la recolección y cosecha de la uva para su posterior envasado en el caso de que se consuma como fruta, o el paso previo al pisado para la elaboración del mosto y la posterior fermentación en vino. El periodo de vendimia en el hemisferio norte es de julio a octubre y en el hemisferio sur varía entre el febrero y abril. Esto depende del grado de maduración de la uva que se desee, es decir, del tipo de vino que se va a producir, ya que la cantidad de azúcares y acidez de la uva influirá en la posterior graduación y conservación del vino. Otros aspectos a tener en cuenta son las condiciones climáticas de donde se cultiva la uva, cuya vendimia variará dependiendo de los meses de calor máximo y latitud, de la zona de cultivo, con una maduración más temprana conforme sea una zona expuesta al norte o se aumente la altitud, y del tipo de uva, siendo la variedad blanca la que madura antes.

La vendimia puede ser efectuada de forma manual o mecánica, obteniéndose un grado de calidad mayor con la primera, siendo esta la más indicada para los mejores vinos y también para los espumosos. Con la mecánica se obtienen tiempos de recolección más cortos y con menor mano de obra, lo que también abarata todo el proceso y el futuro vino.

La vendimia tiene multitud de fiestas en todo el globo honrándola como el inicio del proceso mágico que desencadena en el vino, teniendo muchas de estas celebraciones un origen eclesiástico, al ser la iglesia la que más potenció el consumo del vino como parte imprescindible de las misas. Todo final supone una fiesta, y eso simboliza la vendimia: el fin del ciclo de la uva. Pronto comenzará una nueva campaña pero de momento, mientras el fruto aguarda el siguiente paso para convertirse en un gran vino, la parra descansa. Hasta el año que viene.

Referencias: Wikipedia.

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