En el mundo de las mascotas hay un grupo que destaca por sí mismo como, quizá, las menos clásicas para tener en casa debido a su hábitat concreto: los anfibios. Necesidad de agua, tierra, una temperatura concreta… Está claro que deberemos de tener un terrario bien adaptado y, teniendo en cuenta la envergadura de la rana toro, que también sea bastante grande. ¿A quién se le ocurriría adoptar a una rana toro como mascota? ¿A Jesulín? Dejando de lado los chistes fáciles, metámonos de lleno en la charca.
La rana toro es originaria de América del Norte, como los Mc Donald’s, y, al igual que todos los habitantes norteamericanos, posee un apetito tan voraz que puede llegar a comerse cualquier presa que le pase por delante, cazándola con la boca o mediante la lengua, sin necesidad de dar palique. Puede alcanzar un peso de medio kilo y, lejos de acobardarse ante la báscula, presenta un peso exagerado ya desde renacuajo, alcanzando longitudes equiparables a la palma de la mano. Viven como máximo tres años en este primer estado, pasando a rana toro adulta tras la pertinente metamorfosis, con una vida total en torno a los ocho años. Más que otros toros, desgraciadamente.
Pero, ¿a quién se le ocurriría tener una rana toro en casa? No es una mascota a la que se le pueda acariciar, jugar con ella o tirarle un hueso para que lo traiga, lo máximo que hará será sacarte la lengua. Como casi todos los animales exóticos, cuesta un poco hacerse a la idea de la escasa interacción que habrá entre el dueño y su rana toro. Muchos hemos cogido ranas cuando éramos pequeños, aunque nunca de este tamaño. O tenemos en mente la idea del príncipe en el que se puede convertir con un beso. ¿Alguien se imagina el tamaño de semejante príncipe si surgiera de una rana toro? ¿Felipe mezclado con Obélix? El caso es que el anfibio como animal doméstico es apto sólo para la contemplación, ni se le puede coger ni dar besos. Para alguien puede ser aburrido y para otros una forma de tener contacto con la naturaleza salvaje. ¿La rana toro es una mascota extraña? Como para todo, siempre hay gustos. Aunque estos sean minoritarios.
Referencias: botanical-online, Wikipedia