Hay quien se plantea la compra de un aspirador, pero no acaba de convencerse de que resulte realmente útil a la hora de hacer la limpieza, por no hablar de que consume energía para realizar su trabajo. La escoba es lo más clásico, lleva ejerciendo su función durante siglos, siempre con la ayuda de su recogedor y del polvo que siempre les acompaña. ¿Alérgicos? ¿Con mascotas en casa? El aspirador es más higiénico que la escoba, sobre todo aquellos que incluyen filtros que retienen hasta la más pequeña partícula alergénica.

Reconozcámoslo, el aspirador es mucho más cómodo. Enchufamos, alargamos el cable al máximo, apretamos el interruptor y a funcionar, no tenemos que preocuparnos de nada más. Bueno, sí: de cambiar la bolsa de su interior. Y ahora ni eso: el aspirador que no lleva bolsa sólo necesita que le vacíen el recipiente en el que recoge la porquería. Contra más limpia sea su forma de aspirar más efectiva será su limpieza, de eso no hay duda.

¿Y si después de hablar del aspirador sin bolsa, decimos que también hay un aspirador que funciona solo? Esto es el colmo de la comodidad: que alguien limpie por ti, el sueño de cualquier soltero. El aspirador inteligente no es ciencia ficción, está a nuestro servicio limpiándonos la casa cuando no nos encontremos en ella. O sí, resulta todo un gustazo observar como la Roomba ejecuta sus tareas. Después de tanto pensar que los robots no llegarían a ayudarnos nunca, hace unos años que tenemos al más servicial de ellos vestido de aspirador. Sí, se acabaron las escobas, los recogedores o el aspirador con bolsa. Incluso el que carece de ella, una vez probemos la Roomba jamás volveremos a los artilugios del pasado.