El Galgo Afgano es claramente reconocible por su silueta desgarbada camuflada bajo un frondoso pelaje, teniendo su origen, como su propio nombre indica, en las regiones montañosas de Afganistán. Pastor y cazador por naturaleza, fue a principios del siglo XX cuando traspasa fronteras gracias a los soldados británicos que volvían de las campañas en aquella zona de Asia, llevando al Galgo Afgano al terreno del perro de exposición hasta que en 1933 se fijó el estándar de la raza.
Como todos los Galgos, el Afgano no escapa a la figura estilizada de rasgos alargados que identifica a esta raza. Con una cabeza fina, estrecha y de largo considerable, se presenta repleta de pelo frondoso de cráneo hacia atrás, teniendo un hocico alargado caracterizado por su delgadez. Ojos generalmente oscuros y de apariencia triangular con unas orejas en la parte trasera de la cabeza que penden por sus laterales repletas de pelo. El Galgo Afgano tiene una altura de entre 65 y 73 centímetros con un peso medio de 27 kilos. Cuerpo estilizado, extremidades rectas y largas y una cola fina que forma un anillo en su extremo, característica que le diferencia de otras razas.
El carácter del Galgo Afgano es independiente y libre, mostrando estos aspectos tanto a la hora de comportarse con el resto de la familia como cuando el perro actúa por cuenta propia y en soledad. Cariñoso, inteligente y vivaz, es capaz de ser autodidacta en todo lo referente al aprendizaje. El Galgo Afgano no tolera fácilmente la autoridad al considerarse como igual al resto de miembros de la familia y, aunque es una raza que se lleva bien con los niños, no suelen soportar en exceso sus travesuras por lo que conviene tenerlo en cuenta si pensamos adquirir uno como perro familiar.
Teniendo un pelaje tan denso y frondoso está claro que los cuidados para mantener al Galgo Afgano en perfecto estado de revista van a ser laboriosos, requiriendo de un constante cepillado y baños relativamente frecuentes. Es una raza apta para espacios interiores siempre que garanticemos unos paseos largos y regulares. El Galgo Afgano es un perro bastante sano que tiene cierto riesgo a la displasia de cadera y tendencia a problemas oculares como las cataratas o el entropión. El Galgo Afgano tiene una esperanza media de vida de unos doce años.
Referencias: Mundo Animalia.
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