Qué lunes más cansado, parece que tendría que haberme quedado en la cama. Con lo cómoda que estaba yo tumbada sobre el costado, con la cabeza entre las patas delanteras, soñando con un buen filete… Y ahora no sé ni cómo me llamo, el sueño puede conmigo. Aunque, por suerte, tengo una placa identificativa con la que nunca voy a olvidarme del nombre: en latón, de color rosa, con el dibujo de una huella y bañada en oro de 24 kilates. Además de llevar grabado Chic en la parte posterior, así siempre sé cuál es mi nombre. Y los demás también, claro, Toda una garantía por si me pierdo.
A nuestros dueños siempre les gusta colocarnos una placa identificativa, y no sólo por seguridad. Que también, claro, con lo independientes que son algunos perros, cuando los sueltas de paseo pueden salir corriendo y no parar hasta tres kilómetros después. Y a ver cómo los encuentras luego, ni gritando su nombre con un megáfono. Por eso siempre recomiendan el uso de las placas identificativas, pueden salvar más de una pérdida. Por no hablar de que se puede escribir sobre ellas mucha más información aparte del nombre, como el pienso que más nos gusta, dónde nos apetecen las caricias con más frecuencia o cuántas horas solemos dormir. También la dirección, claro…
La placa identificativa de color rosa con huella y baño de oro es una excelente elección si queréis que vuestra mascota vaya perfectamente identificada, siendo una pequeña joya que quedará realmente preciosa cuando la colguéis del collar. Con la posibilidad de recibirla grabada sin ningún tipo de coste adicional y con el texto que mejor se adapte a vuestros gustos, esta placa identificativa en rosa quedará que ni pintada en el cuello de vuestro peludo. Que ni pintada de rosa, claro… Buf, creo que me voy a echar una siesta anticipada, el nivel de mis chistes está bajo mínimos.