or qué los humanos no se dan cuenta de las intenciones de otra persona hasta que no hablan con ella? Nosotros tenemos un sexto sentido para eso, ya ladramos desde lejos para curarnos en salud. Vale, es verdad que lo hacemos con todo el mundo, pero es que incluso los amigos pueden tener intenciones ocultas…
No todos los perros ladramos como histéricos, hay algunos que realmente piensan que cualquier cosa que se mueve puede ser un peligro. Incluso una paloma que busca un puñado de migas. Aunque yo no soy así, claro, sólo me pongo a ladrar cuando veo que alguien está tan cerca de la puerta que puede entrar sin permiso. ¿No es esto una amenaza? Carteros con facturas del banco, cobradores de la electricidad, comerciales de alarmas… Sí, diario, de estos hay muchos. ¿Acaso no se dan cuenta de que mi familia ya me tiene a mí para protegerla? Y a Orión, por supuesto, que aunque no dé mucho miedo sí que sabe ladrar para avisar.