ste fin de semana me enteré de que se había perdido un perro de la urbanización, diario, todas las farolas y postes de teléfono tienen una hoja de papel con la foto del susodicho. No es que yo alcance a distinguir quién es desde el suelo, pero sé que es uno de los cuatro de los que te hablé el pasado viernes. Sí, de aquellos con los que nos encontramos yendo de paseo.
La dueña vino a hablar con mi dueño, de ahí que sepa que es uno de esos perros el que se encuentra perdido. Se ve que lo sacó a pasear junto a los otros tres y, en un descuido, se le escapó en dirección al bosque con correa y todo, sin pararse a mirar atrás. Sí, diario, a veces los perros echamos a correr sin pensar muy bien en lo que hacemos, sólo por el ansia de seguir un rastro, perseguir un ruido extraño o, simplemente, por ejercitar las patas. Y, por desgracia, no sólo nos perjudicamos a nosotros mismos, también a aquellos que nos cuidan y nos miman como si fuéramos parte de su familia…
Pero no te preocupes, estoy segura de que el perro perdido volverá junto a su dueña y sus tres compañeros. Sí, diario, aunque tenga que rastrear cada centímetro de la urbanización. ¿No harían los demás lo mismo por mí?