Ya hemos hablado varias veces de los aspectos que hay que plantaerse antes de adquirir una mascota, de las responsabilidades y deberes que tendremos con ella aparte de las caricias y el juego con el que la haremos sentir parte de la familia. En el caso de las mascotas exóticas esto cambia radicalmente, ya que estas necesitan de un entorno especial y totalmente adaptado a ellas, siendo imposible en casi todas las ocasiones que podamos transmitirle el cariño directamente ya que, por lo general, no se les puede tocar. Aunque mascotas exóticas hay tantas como propias especies, sólo una mínima parte están legalizadas como animal de compañía, siendo este aspecto el que primero tendremos que comprobar antes de plantearnos la adquisición: ¿es legal la tenencia de esa mascota?
Por desgracia, el terreno del exotismo choca de frente a menudo con la legalidad, algo totalmente lógico si tenemos en cuenta que no son mascotas propias de nuestro territorio, muchas están en cierto peligro de extinción y arrancarlas de su hábitat supone un daño ecológico irreparable. Las mascotas exóticas no son algo que podamos comprar a la ligera, y así lo debemos de tratar cuando nos planteemos la cuestión: son animales muy delicados, con unas necesidades concretas y, en muchos casos, de alimentación particular. Serpientes, arañas, lagartos o tortugas están entre los primeros puestos cuando hablamos de mascotas exóticas, aunque también son muy comunes los loros u otro tipo de pájaros domésticos. Si bien estos últimos son tan comunes que casi no se les considera exóticos, también deberemos de considerar que se encuentran en un hábitat extraño y con una temperatura ajena, aunque puedan adaptarse a la nuestra.
Por eso, a la hora de plantearnos la idea de adquirir a una de estas mascotas exóticas, preguntémonos cuál es la verdadera razón de tener una en casa. Seguramente sea porque nos resultan atractivas, porque nos interesen los animales foráneos o porque nos atraiga la experiencia de tener algo fuera de lo común. Como hemos dicho muchas veces, todos los animales necesitan de unos cuidados y nunca se han de tener sólo por capricho o juguete. Tienen sentimientos, emociones y un carácter propio, teniendo las mascotas exóticas una desventaja que no tienen las más comunes: tendrán que estar encerradas. ¿Realmente queremos un animal que nunca podrá recibir directamente nuestro cariño?
