Diario de una vida de perros: aprendiendo a caminar

ace tiempo que no te hablo de mi dueño bebé, diario, ha espabilado mucho desde la última vez que escribí sobre él antes de las vacaciones. Sí, creo que se ha hecho más mayor en este mes que en los anteriores, para que luego digan que los humanos son torpes hasta que dejan de ser cachorros…

Sí, diario, los cachorros humanos no tienen nada que ver con el resto de cachorros, ni siquiera con los de perro. Y lo sé de buena pata, al poco de abandonar el cuerpo de mi madre yo ya estaba correteando y mordiendo la cola del resto de hermanos de mi camada. Aunque si se trata de corretear… mi dueño bebé ya es capaz de hacerlo. Aunque con dificultades, claro. Puede ponerse de pie él solo ayudándose de algún mueble o una silla, y es capaz de dar alguna zancada antes de caerse de nuevo al suelo. Pronto jugaremos todos juntos al corre que te pillo, aunque Orión y yo llevaremos las de perder, seguro.

Pero ahora quienes pierden son mis dueños, generalmente son ellos los que aguantan al bebé por las manos mientras camina para que así pueda moverse hacia donde quiera sin caerse. Y creo que no les hace demasiada gracia, me parece que se quejan de dolor de espalda. Ahora ya sé por qué dicen que los humanos vienen del mono, por su manera de caminar sosteniendo a los bebés…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.