Diario de una vida de perros: la tormenta no cae por sorpresa
espués de mucho tiempo sin ver la lluvia, una acaba echándola de menos, sobre todo el olor a humedad que deja tras haberse escampado por todas partes. Incluso encima mío. Sí, diario, este fin de semana me cogió la tormenta mientras estaba ladrando con Rodolfo a través de la valla. Y ya te puedes imaginar cómo me quedé, como un…